Aromas que mejoran tu salud

Aunque recientemente la aromaterapia ha despertado un nuevo interés el utilizar aromas para fines terapéuticos no es una práctica nueva ya que desde la civilización china en 4500 a.C pasando por los antiguos egipcios y hasta los grandes médicos griegos como Hipócrates y Galeno empleaban hierbas aromáticas y aceites esenciales para tratar a sus pacientes.

Cuando hablamos de aromaterapia nos referimos a una técnica alternativa para el cuidado personal, belleza, medicina y bienestar que puede ser enmarcada dentro de lo que conocemos como medicina alternativa. Principalmente utiliza aceites esenciales extraídos de diversas plantas para atenuar ciertas enfermedades o afecciones a través de los sentidos del tacto y del olfato.

Diversas investigaciones han demostrado que las personas responden a los olores a un nivel emocional superior al de los otros sentidos. La región olfatoria es el único lugar de nuestro cuerpo donde el sistema central está relacionado estrechamente con el mundo exterior, de este modo, los estímulos olfativos llegan directamente a las centrales de conexiones más internas de nuestro cerebro.

Entre los beneficios que esta práctica nos ofrece podemos encontrar sus propiedades analgésicas, antibióticas, antisépticas, astringentes, sedantes, expectorantes y diuréticas. Además, puede tratar una amplia gama de síntomas y condiciones físicas como los malestares gastrointestinales, las condiciones de la piel, dolor de regla y las irregularidades, sin pasar por alto todas aquellas condiciones relacionadas con el estrés, trastornos del estado de ánimo, cansancio, depresión, entre otras.

Según el efecto que generan en el organismo, los aceites esenciales se pueden clasificar dentro de tres grupos: relajantes, revitalizantes y estimulantes.

Los aceites esenciales relajantes más conocidos son la lavanda que proporciona un efecto antiséptico, alivia el estrés, combate el insomnio y ayuda en la curación de cortes y quemaduras y mitiga los dolores de cabeza tensionales. Así mismo el jazmín, incienso y mirra, neroli, naranja, mandarina, ylang-ylang y el sándalo.

Por su parte, los aceites revitalizantes por su parte son el limón, vainilla, geranio y romero el cual mejora la concentración, reduce la celulitis, activa la circulación y reduce los dolores musculares, articulares y las contracturas, entre otros.

Por último en los aceites con carácter estimulante encontramos la menta y eucalipto que actúan como descongestionantes al inhalarse, el aceite de árbol de té, muy conocido por sus propiedades anti fúngicas y antibacterianas y el aceite de jengibre que alivia las náuseas, reduce la inflamación, estimula el sistema inmunitario y nos ayuda a relajarnos.

Es importante recalcar que el objetivo de la aromaterapia no es sustituir o reemplazar en ningún caso a la medicina tradicional, pero es una alternativa que puede servir como complemento y hacer que los efectos de los tratamientos médicos sean más rápidos y duraderos así como para crear un ambiente emocional que active en el organismo la energía de curación.