Educación a distancia aumenta estrés en alumnos, padres y maestros, descubre cómo combatirlo

Durante la segunda semana de clases virtuales, alumnos, padres de familia y personal docente han presentado mayores niveles de estrés, ansiedad e irritabilidad, debido a los problemas para adaptarse a la modalidad virtual.

De acuerdo con la Psicóloga Clínica, Astrid Zapata Espinosa, es normal que los involucrados presenten cierto grado de estrés manifestando síntomas leves como dificultad para dormir e irritabilidad, sin embargo, debido a que la contingencia limitó los espacios de recreación y redujo las responsabilidades académicas, esta incorporación a una nueva modalidad implica un reto en el que los padres de familia juegan un papel importante.

En este sentido, explicó, los padres se enfrentan al trabajo en el hogar, labres domésticas, modificación del espacio físico para recibir, y en algunos casos impartir, clases, sumado a que en algunos hogares hay más de un estudiante, lo cual incrementa la irritabilidad y el estrés, transmitiéndola a los hijos mediante regaños.

Otro factor que influye en algunos padres es el desconocimiento de las herramientas tecnológicas, situación que los limita para ayudar a los más pequeños, por lo que sugirió la creación de redes de apoyo entre tutores para aclarar dudas y desahogar inquietudes, puesto que, al externarlo, se reducen los niveles de estrés, además, invitó a ver esta situación como una época de cambio que, a la larga, beneficiará a los hoy estudiantes.

‘’Esta generación de niños va a ser muy diferente a los que nosotros hemos vivido en nuestra historia de vida, con esas capacidades de poderse ir adaptando y afrontando la realidad de una manera adecuada, de una manera saludable si nosotros acompañamos también de esta forma’’, declaró, por lo que invitó a los padres a ver este cambio como una forma de preservar la socialización del alumno y a no formar una imagen de castigo entorno a la escuela.

Para facilitar la transición, recomendó además, planificar y organizar adecuadamente las actividades de acuerdo a su prioridad, estableciendo horarios, en los que se incluya espacios de recreación y de diálogo, así como actividades que fomenten emociones positivas sin recurrir a sustancias nocivas o a la automedicación.

Si bien las emociones en esta etapa son similares a las presentadas al inicio de la contingencia, debido a la incertidumbre y adaptación, recalcó, para aquellos que presentan síntomas más agudos, como fatiga, dolores de cabeza y cansancio, la necesidad de descansar, comer saludable y realizar actividad física dentro del hogar, mientras que, en los casos más graves, donde además se afectan las relaciones personales y el rendimiento laboral, exhortó a buscar la ayuda de un profesional en salud mental.