Joven zapoteca es condenada por ayuda a inmigrantes

Nacional / Nacional / Por: Staff NotiGape

Publicado: 05 de March, 2019 | 12:48 PM

Joven zapoteca es condenada por ayuda a inmigrantes

Zaachila Isabel Orozco McCormick, una joven mexicano-estadounidense, de origen zapoteco, junto con otras  tres compañeras de la organización “No More Deaths” (No Más Muertes), llevaron al desierto de Arizona agua y comida para los migrantes que pudieran necesitarla en su camino hacia Estados Unidos.

Zaachila fue declarada culpable junto con tres compañeras por haber entrado a una zona reservada sin autorización en agosto de 2017 y haber contaminado el sitio con recipientes de plástico.

“No me sentía culpable: tenía cierto temor, pero no miedo, porque sé que lo que hice no es malo”, aseveró.

Expertos aseguran que la sentencia no se fue la menos perjudicial, pues no incluye cárcel, sino 15 meses de libertad provisional sin supervisión más un pago individual de cada una de las acusadas por 250 dólares.

“El verdadero crimen no es lo que hemos hecho y seguiremos haciendo (llevar agua y alimentos a montañas y desiertos para salvar vidas de los migrantes), el verdadero crimen es que el gobierno de Estados Unidos utilice la muerte como una forma de detener la migración indocumentada”, agregó.

Asimismo, aseguró que después de que pasen los 15 meses de libertad provisional, volvería a hacer lo mismo “si es necesario para salvar alguna vida”.

“No paremos de hacer lo que sabemos que es justo y es bueno, no dejemos que criminalicen nuestras acciones, porque si paramos sólo porque nos van a meter a la cárcel, ellos ganan y eso no sería justo. Tenemos que seguir juntos, no es ilegal lo que hacemos y tenemos que enseñarles a todos en el mundo y no sólo a Estados Unidos, que nosotros vamos a seguir defendiendo todo lo que sea ayuda humanitaria”, es como invitó a sus compañeros de “No More Deaths” y a otras organizaciones proinmigrantes similares, a no rendirse ni temer por lo que pueda sucederles.

Zaachila vive actualmente con su madre, Marie McComirck, en la ciudad de Seattle, en el estado de Washington.

“Yo no vivo en la frontera. De hecho, estoy muy lejos de ahí, pero no por eso voy a dejar de hacer un acto humanitario que considero justo y de vida o muerte”, concluye.

BHG