Política de crecimiento debe considerar al sistema financiero: CEESP

El desarrollo financiero en México se ha consolidado como un instrumento indispensable para impulsar el desempeño de la actividad económica, destacó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

Afirma que una política de crecimiento debe considerar la instrumentación de medidas eficientes, para que el país se vea beneficiado de un sistema financiero capaz de satisfacer las necesidades de ahorro y financiamiento de todos los agentes económicos.

“Una política de crecimiento considera de especial importancia la función del sector financiero, toda vez que además de tener una incidencia clave en el ritmo de crecimiento de la economía, también contribuye a reducir los niveles de informalidad, ilegalidad y corrupción”, argumenta.

En su publicación “Análisis económico ejecutivo”, apunta que la participación del sistema financiero en las operaciones de mercado es fundamental en la generación de un ambiente de negocios eficiente que contribuya a mejorar y fortalecer todas aquellas operaciones que realizan los agentes económicos.

Esto, señala, tanto por el lado de la oferta a través de sistemas modernos, eficientes y seguros que las instituciones financieras pongan a disposición de los agentes económicos, y por el lado de la demanda, a través del convencimiento de los usuarios sobre los beneficios que implica el uso de esos servicios.

El organismo de investigación y análisis del sector privado aclara que no hay duda de que se han hecho esfuerzos importantes en materia de fortalecer al sector financiero, pero es claro que falta por hacer.

Indica que el crédito interno al sector privado como proporción del Producto Interno Bruto (PIB), que es una manera de medir la profundización financiera, ha mejorado, aunque se mantiene por debajo de los niveles de economías similares a la mexicana.

Cifras del Banco Mundial para 2015 reflejan que el crédito interno como porcentaje del PIB de México está significativamente por debajo del 49.8 por ciento promedio de América Latina, así como del 67.9 por ciento de Brasil, del 111 por ciento de Chile y de 37.4 por ciento de Perú.

Es evidente la relación inversión-crecimiento económico, por lo que la operación del sistema financiero debe darse de tal manera que la seguridad y su eficiencia sean lo suficientemente fuertes para crear un ambiente de confianza y ampliar el universo de usuarios, refiere el CEESP, que sostuvo que la inversión es el principal motor del crecimiento y en ese sentido se deben dirigir los esfuerzos.

En su opinión, estimular los recursos al sector productivo debe ser el objetivo prioritario, sobre todo porque históricamente los niveles de inversión han sido bajos para generar el ritmo de crecimiento que requiere la economía.

“Los países exitosos en materia de dinamismo económico y bienestar de su población destinan una importante cantidad de recursos al sector real de la economía”, resalta.

Refiere que en China, por ejemplo, en el periodo 1980-2016 creció a un ritmo anual de 9.6 por ciento, impulsada por un nivel de inversión equivalente al 39.7 por ciento del PIB, mientras en el mismo lapso, México reportó un crecimiento promedio de 2.5 por ciento con una inversión equivalente al 19.9 por ciento del PIB.

El organismo estima que el uso de dinero en efectivo sigue siendo la principal manera de realizar transacciones en el país, y que encaminarse a la reducción del uso de este medio de pago,tiene beneficios importantes para la economía y por ende para la población.

Esto permitiría darle un mejor seguimiento de las operaciones comerciales en la economía, lo que tendería a beneficiar los ingresos fiscales, pues permite un monitoreo más eficiente de las transacciones comerciales.

Además, señala, sería posible reducir operaciones fuera de control que en buena parte pueden tener un origen ilícito, y ser un instrumento eficaz para desincentivar la informalidad, lo que puede elevar considerablemente los costos para realizar actividades ilícitas y reducir los niveles de corrupción.

Si bien es evidente fortalecer el Estado de derecho para que el sistema financiero funcione eficazmente, resalta que la mejora en su operación en los años recientes ha tenido avances notorios en cuanto a la accesibilidad de servicios financieros y la facilidad de acceso a préstamos.

El CEESP destaca que la inclusión financiera, es decir, el acceso de los agentes económicos a un grupo de productos y servicios como el crédito, el ahorro, los sistemas de pagos y pensiones, muestra aún más los esfuerzos realizados para fortalecer la operación del sector financiero.

En este aspecto, resalta el aumento que tuvo el porcentaje de adultos que utilizan el servicio de banca móvil, al pasar de 6.0 por ciento, en 2012, a 9.5 por ciento en 2015, lo que en términos absolutos representó 1.8 millones de personas más que utilizan este servicios.