Salud mental, desmintiendo los tabúes

Cuando escuchamos la expresión “salud mental” pensamos tal vez en muchos de los mitos que existen alrededor de este tema, que, a pesar de ser tan común, continúa siendo estigmatizado dentro de la sociedad. Podemos encontrar el origen de cada mito, tabú o prejuicio en el desconocimiento acerca del tema. Para definir la salud mental debemos verla como un estado de bienestar emocional, psíquico y social. No solo afecta a nuestra forma de pensar, sentir y actuar, sino que también determina nuestra interacción con la vida, cómo gestionamos las situaciones difíciles, cómo nos relacionamos con otras personas y tomamos decisiones.

De la misma forma que nos preocupamos por nuestro cuerpo, lo cuidamos y lo atendemos cuando aparecen las enfermedades como manifestación de que algo no se encuentra bien, igualmente es importante que le prestemos atención y cuidado a nuestra salud mental.

Aunque podemos pensar que la salud mental es un tema que le concierne solo a unos cuántos, las estadísticas en nuestro país nos demuestran lo contrario, ya que el 28.6% de la población ha sufrido al menos una vez alguna enfermedad o trastorno mentales y se estima que un 36% de los mexicanos padecerá un desorden psiquiátrico antes de los 65 años. Sin embargo, de las personas que han padecido alguna enfermedad solo 1 de cada 5 han recibido tratamiento especializado y de las personas que han solicitado ayuda lo han hecho primeramente a través de sus redes sociales, después a familiares o amigos, sacerdotes o ministros, algunos recurren a la automedicación y como último recurso acuden con un especialista.

La serie de tabúes que se han creado alrededor de este tema debido a la falta de información y concientización han originado efectos negativos tales como la resistencia a buscar ayuda o tratamiento, falta de comprensión por parte de familiares, amigos, compañeros de trabajo u otras personas, e incluso un seguro médico que no cubre adecuadamente el tratamiento de la enfermedad mental.

El tabú más difundido y el más peligroso acerca de las enfermedades mentales no son enfermedades “de verdad”, otra percepción muy común es que, si no puedes controlar tu enfermedad mental, eres débil o que te puedes curar por mera voluntad. Así mismo hay mucha gente que piensa que los medicamentos o la terapia no sirven. Incluso a pesar de que la ciencia y la sociedad han avanzado, todavía existe la idea de que todo aquel que tenga una enfermedad mental es un loco.

Lo cierto es que las enfermedades mentales son tan reales como las enfermedades físicas, si bien sus manifestaciones son diferentes, esto no le resta validez al padecimiento. El hecho de tener un doble estándar con los problemas mentales solamente complica la situación provocando que las personas no busquen ayuda y se sientan abrumadas con sentimientos de culpa y frustración al no poder salir adelante por voluntad propia. De la misma forma las terapias sí sirven y los medicamentos también pero su eficacia y necesidad son diferentes según las características de cada persona y su padecimiento. Por último, el utilizar términos como “loco” y “locura” es considerado irresponsable y en parte culpables de ayudar a perpetuar los estereotipos acerca de las personas que padecen trastornos mentales.

Muchas veces pensamos que obtener ayuda es algo difícil o complicado pero cada vez es más accesible. Recientemente se lanzó en México la aplicación para smartphone “Cool Emotions” a través de la cual puedes obtener asistencia profesional inmediata y completamente gratuita con especialistas certificados. Así mismo, en el estado de Tamaulipas tenemos un programa de medicina preventiva que cuenta con 32 Módulos de Salud Mental. En Ciudad Victoria y Nuevo Laredo hay dos Unidades Médicas Especializadas como Centros Integrales de Salud Mental mientras que en Matamoros se encuentra el Centro Estatal de Salud Mental y el Hospital Psiquiátrico en Tampico.