Sexenio de Peña desploma a México en índice de Percepción de la Corrupción

El sexenio de Enrique Peña Nieto dejó a México entre los países peor evaluados en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) que elabora cada año Transparencia Internacional, llevándolo a caer 33 peldaños de 2012 a 2018 y colocándolo en el último lugar entre los miembros de la OCDE. 

De acuerdo al estudio presentado la noche del lunes en Berlín, Alemania, en 2018 el país alcanzó el puesto 138 de 180 al obtener, únicamente 28 puntos en la escala de 0 a 100, donde cero es la peor evaluación. 

Este resultado lo pone por debajo de naciones como Grecia y Hungría que han atravesado severos problemas de gobernabilidad y viabilidad económica; además de ubicarlo en el final de la tabla de la región, superando por muy poco a Guatemala y Nicaragua que también presentan crisis de gobernabilidad democrática. 

“México, la decimo quinta economía del mundo, sigue su tendencia a la baja, ubicándose entre países con problemas graves de gobernabilidad y menores niveles de ingreso y desarrollo humano”, subrayó el documento.

Esta tendencia se evidencia al revisar las posiciones que ha ocupado en estos seis años, las cuales son: en 2012, lugar 105; 2013, lugar 106; 2014, el 103; en 2015, lugar 95; en 2016, 123; en 2017, el 207; y en 2018, el 138.

Al respecto, Transparencia Mexicana advierte que el reto en esta materia es mayúsculo ya que con este tipo de resultados se puede notar que las medidas preventivas aplicadas durante la última década han funcionado únicamente de materia parcial y que, en materia de detección, investigación, sanación, reparación de daños y recuperación de activos, “los resultados son prácticamente nulos”.

Es por ello que afirma que, “si se busca alcanzar esta meta (combatir la problemática y escalar en este índice), la política anticorrupción en México tiene que cambiar”, recomendando:

• Consolidar el SNA, pasando de la etapa de nombramientos a generar primeros resultados.
• Corregir las acciones preventivas que no logren resultados medibles y orientar la política anticorrupción hacia la sanción y la recuperación de activos.
• Desmantelar las redes de corrupción que operan a nivel nacional y gozan de protección política en los diferentes órdenes de gobierno.
• Mantener un esfuerzo continuo y sistemático en la política anticorrupción.