Valdez Villarreal era informante de la DEA y FBI mientras participaba en corrupción de García Luna

Mediante un documento judicial expedido por la corte de los Estados Unidos, se dio a conocer que el narco Valdez Villareal “La Barbie”, trabajó como informante de la DEA y el FBI, mientras que entre el 2008 y 2010 era testigo de la corrupción realizado durante el mandato de Felipe Calderón. 

Sin tener sus jefes, socios ni funcionarios corruptos sobre su doble mando, entre ellos el ex Secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, Valdez Villareal brindaba información acerca de los actos de corrupción que se realizaban dentro del gobierno. 

El documento indica que obró en la Corte de Distrito Norte en Atlanta, Georgia, dando información a la DEA en San Antonio, Texas, del FBI, en McAllen, además de a las oficinas del FBI, que se ubican en la embajada de Estados Unidos en México, con apoyo de una tercera persona. 

Parte de la información revelada por “La Barbie” revela que funcionarios de altos mandos en el Gobierno tenían nexos con el Cartel de Sinaloa, el Cartel de los Beltrán Leyva, entre otros; dando incluso información sobre personal de la DEA en México, que trabajaban encubiertos, arriesgando sus vidas. 

Gracias a esta última información, se pudo proteger la vida de muchos de estos individuos; asimismo, afirmó que el mismo presidente de la República Mexicana en ese entonces, se presentaba en las reuniones con el cártel. 

En noviembre de 2012, Valdez Villareal emitió una carta a Anabel Hernández, firmada por el mismo, donde cuenta y aseguró esta información, al haber sido testigo. 

“Genaro García Luna, Titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP), quien cuando menos desde el año 2002, primero en la AFI, y luego en la PFP, me consta que ha recibido dinero de mí, del narcotráfico y de la delincuencia organizada”, escribió- 

Menciona además que también recibía dinero de un grupo conformado por Armando Espinosa de Benito, Luis Cárdenas Palomino, Edgar Eusebio Millán Gómez, Francisco Javier Garza Palacios, Igor Labastida Calderón, Facundo Rosas Rosas, Ramón Eduardo Pequeño García y Gerardo Garay Cadena, quienes también formaban parte de la delincuencia organizada. 

Dio detalles sobre su detención, comentando que los funcionarios tenían la intención de matarlo, así que cuando se realizó la detención en el domicilio dado a conocer en los medios, se reportaron balazos, aunque en un inicio se dijo que no, además que el policía federal que lo traslado al lugar donde residía al momento de escribir la misiva, fue el mismo que lo incitó a correr para poderle disparar, para así “decir que al repeler el ataque me habrían matado, al igual que hicieron con Aron Arturo Gines Becerril”. 

Finalizó su carta con: “Yo pude haber hecho lo que haya hecho para ellos, los funcionarios públicos que menciono, también son parte de la estructura criminal de este país”.