Moise asume en Haití abatir pobreza y daños de la naturaleza

Jovenel Moise tomará posesión hoy de la Presidencia de Haití con la meta de cerrar la crisis política que dividió esa nación, pero con amenazas por falta del reconocimiento de sus opositores y dudas de corrupción.

A esa situación política se suma el hecho de que Haití es el país más pobre del hemisferio norte, afectado por el desigual reparto de la riqueza y los estragos lo mismo de terremotos que de huracanes.

Moise tiene 58 años de edad y hasta 2015 dirigía la empresa Agritrans, dedicada a la producción de banano orgánico, actividad que le permitió presentarse como un hombre de campo.

Llegó a la presidencia postulado por el Partido Haitiano Tet Kale (PHTK), el mismo del expresidente y excantante Michel Martelly.

Su llegada a la presidencia no fue tersa. En la primera vuelta de los comicios del 20 de noviembre pasado obtuvo 55.60 por ciento de los sufragios, resultado impugnado por sus contrincantes.

Fue apenas el pasado tres de enero que el Tribunal Electoral envió al Consejo Electoral Provisional su decisión que reconocía irregularidades pero no fraude masivo, lo que abrió la puerta presidencial a Moise.

Un punto importante para la firmeza de esa decisión fue que la misión de observación comicial de la Organización de los Estados Americanos (OEA), apoyó la validez de los conteos y de la jornada electoral.